El drenaje linfático tiene aplicaciones tanto en el campo de la medicina, donde constituye un útil remedio fisioterapeutico en gran número de indicaciones, como en la estética, donde supone una técnica de gran apoyo en el tratamiento de muchos trastornos que afectan el aspecto externo de las personas.

¿Qué es el sistema linfático?

Los vasos linfáticos atraviesan el cuerpo formando una extensa red entre los distintos ganglios. Todas las células del cuerpo están bañadas por la linfa, que transporta sustancias nutritivas de la sangre a las células.

Todas las proteínas de desecho son eliminadas a través de los vasos linfáticos, de paredes permeables. La linfa se desplaza gracias a las contracciones de los músculos circundantes y para evitar su reflujo, existen válvulas (igual que en las venas de los miembros).

Los linfáticos intervienen en los mecanismos de defensa del organismo y eliminan agua de los tejidos.

Los ganglios linfáticos

Ganglio linfático
Los ganglios linfáticos están distribuidos por todo el organismo y son pequeñas fortalezas donde la linfa va depositando materias y cuerpos extraños con carga bacteriana donde se destruyen y eliminan.

En una infección grave, los ganglios se hinchan y son dolorosos. Cuando tenemos amigdalitis o un fuerte resfriado, se inflaman los ganglios del cuello. En la infección de un dedo se puede producir la hinchazón de los ganglios de la axila.

El bazo

Es el órgano propio del sistema linfático. Es una gran reserva de sangre, produce diversos anticuerpos y filtra la linfa de forma parecida a como lo hacen los ganglios linfáticos. El timo, sobre todo en los niños, ya que luego va atrofiándose, también forma parte del sistema linfático del cuerpo humano.

El drenaje linfático

El drenaje linfático es una técnica manual que favorece la circulación linfática y la eliminación de sustancia de deshecho del organismo.

La cubierta externa de nuestro cuerpo, la piel, puede verse sometida a una serie de variados trastornos (hinchazones, edemas, irritaciones, acné, cicatrices, etc.) que, si bien en muchos casos no representan un verdadero peligro para la salud, si que afectan a la apariencia externa de quien los padece.

Beneficios del drenaje linfático

En términos generales, podemos decir que el drenaje linfático es especialmente útil en los siguientes trastornos:

  • Cutáneos: acné, rosácea, dermatitis perioral, couperose (eritema facial persistente).
  • Tejido graso: celulitis.
  • Quirúrgicos: pre y postcirugía reparadora y estética, prevención y tratamiento de cicatrices.
  • Otros efectos: retención de líquidos, tratamientos antienvejecimiento, efecto sedante/relajante, edemas faciales, piernas hinchadas y cansadas, etc.

Maniobras del drenaje linfático

drenaje linfático
El drenaje linfático manual es un masaje de movimientos suaves y lentos basado en la compresión, descompresión y bombeos. Han de ser maniobras precisas, proporcionadas y rítmicas para activar la circulación linfática y favorecer la eliminación de sustancias de deshecho.

A grandes rasgos se trata de, una vez adaptadas las manos a la superficie del cuerpo, empujar la piel sin fricciones pero sin resbalar, realizando empujes largos y lentos, siempre en dirección a los desagües linfáticos (ganglios). Como hemos dicho, el ritmo ha de ser pausado, monótono y armónico.

Consta de una serie de maniobras: círculos fijos, círculos en espiral continuo, pase de gato, bombeo, arrastre, etc. y estímulo de los ganglios próximos al arrastre.

Siempre se ha de seguir una secuencia predeterminada:

  1. Vaciado de cuello
  2. Cara
  3. Cabeza
  4. Extremidades superiores
  5. Tórax y pecho
  6. Abdomen
  7. Espalda
  8. Glúteos
  9. Extremidades inferiores

Presoterapia

Con las botas de presoterapia se realiza un drenaje linfático mecánico. Posee diferentes programas que se pueden adaptar y los movimientos son siempre eficaces.

Puedes ver más información aquí: Los secretos de la presoterapia