San Valentín: algunas curiosidades

Se acerca San Valentín, el “día de los enamorados”, jornada en la que las parejas se dan pruebas de amor eterno.

Es también el momento en el que los comercios grandes y pequeños nos dirigimos a este público para ofrecerle nuestros productos y servicios. Pero más allá de toda la parafernalia comercial que días como este suscitan y promueven, es un día con un importante ingrediente histórico no exento de tradición e incluso de leyenda.

San Valentín

Según que fuentes se consulten, el nacimiento de esta fiesta tiene diferentes orígenes:

San Valentín

  • En los países nórdicos ven en estas fechas el día del amor al ser el momento en el que las aves realizan sus paradas nupciales, emparejamientos y apareamientos.
  • En la Inglaterra de los siglos XVII y WXIII, era tradición que en la “fiesta de Valentinus” los jóvenes se intercambiaran cartas y presentes.
  • Otras fuentes otorgan el origen de esta fiesta a la cristianización de la adoración pagana a Eros (Grecia) y Cupido (Roma). Los romanos también festejaban a mediados de febrero a Lupercus, una divinidad con forma de cabra que simbolizaba la potencia sexual. Esta fiesta, llamada Lupercalia, gozaba de mucha popularidad y consistía en que las muchachas introducían una prenda personal en un recipiente que posteriormente iban extrayendo los jóvenes. De esta manera se formaban parejas de «juego» que perdurarían hasta el siguiente año.
  • Ya en la era moderna, la primera postal comercializada se creó en Estados Unidos en 1840. Pero no fue hasta años después cuando Esther Howland, de origen británico, popularizó esta fiesta con la creación del símbolo que ha llegado hasta nuestros días: una caja de bombones con la forma de un corazón.
  • Pero probablemente la versión más aceptada y más romántica sea la que nace allá por el siglo III d.C.: en la Roma del emperador Claudio II, cuando el cristianismo se expandía y era perseguido y castigado por los romanos. Se cree que un sacerdote cristiano, llamado Valentín, casaba a los jóvenes a escondidas bajo el rito cristiano.
    El emperador tenía prohibido a los soldados del imperio casarse porque pensaba que eso les perjudicaría en su vida y rendimiento castrense y esta situación llevo a muchos de ellos a pedir ayuda a Valentín. Pues bien, esto hizo que el sacerdote adquiriera notorio prestigio en la ciudad y que el emperador se interesara por él. Tras una breve entrevista, Claudio II decide ordenar al gobernador que el sacerdote sea procesado. El encargado de condenarlo es el lugarteniente Asterius, quien para poner a prueba a Valentín le reta a devolver la vista a una de sus hijas, ciega de nacimiento. Según cuenta la leyenda (o la creencia) el milagro se materializa, pero Valentín es igualmente condenado, martirizado y ejecutado un 14 de febrero.

Y tú, ¿qué crees?, ¿es San Valentín una fiesta meramente comercial? o ¿aprovechas este día para recordar a tu pareja cuanto la quieres?

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