Para un correcto funcionamiento de nuestro organismo debemos mantener nuestro organismo hidratado convenientemente, pero sobre todo, la hidratación en verano es fundamental.

El agua en nuestro organismo

Está comprobado que el cuerpo está compuesto en su gran mayoría de agua (60%/70%). Está presente en todos y cada uno de nuestros órganos, en las células, entre ellas. El contenido de agua se distribuye de esta manera:

  • Sangre: 83%
  • Riñón: 83%
  • Corazón 79 %
  • Pulmones 79 %
  • Bazo: 76%
  • Músculos: 76 %
  • Intestino: 75%
  • Cerebro: 75%
  • Piel: 72%
  • Hígado: 68%
  • Huesos: 22%
  • Tejido adiposo: 10 %

Hay otros compartimentos del organismo que contienen un volumen relativamente pequeño de agua: la linfa, el líquido cefalorraquídeo o el líquido ocular y forman parte del líquido intersticial.

Una vez el agua es ingerida es absorbida por el intestino delgado en su gran mayoría.

El agua aparece en la sangre sólo cinco minutos después de su ingestión

No descuides la hidratación en verano.

Pero el cuerpo no es una reserva que guarde estos líquidos, sino que los va expulsando a través de la sudoración, la orina, la respiración, etc. Por eso necesita que nosotros mismos restablezcamos esos líquidos perdidos, ya que él por sí solo no es capaz.

Si a esto añadimos las condiciones propias del estío: las altas temperaturas, el alto grado de humedad en algunas zonas, el agotamiento, etc., la hidratación en verano será mucho más necesaria, porque la pérdida de líquido es mayor y más rápida y se corren riesgos de deshidratación, desvanecimiento, ansiedad o mareos.

La manera más eficaz y sana de aportar hidratación al cuerpo es a través del agua (mínimo 2 litros diarios), pero también existen alternativas en otras bebidas o incluso alimentos: infusiones, batidos, helados, frutas, verduras, ensaladas.

La hidratación en verano

La hidratación en verano no es necesaria únicamente por motivos de salud internos del organismo, sino que también beneficia nuestro exterior demostrándolo en una piel sana, tersa, suave, con brillo.

Ventajas de la hidratación en verano

Entre las muchas ventajas que disfruta nuestro cuerpo gracias a una buena hidratación se encuentran la eliminación de toxinas, la mejora de la digestión y del funcionamiento renal, y además, combate la sequedad de la piel.

Por todo esto es conveniente que no te tomes la hidratación en verano a la ligera, sobre todo con altas temperaturas, visitas largas a la playa exponiéndote al sol y más si lo combinas con algún tipo de ejercicio físico.

Recuerda que tu hidratación interna, también favorece a tu belleza externa.